martes, 28 de febrero de 2012

Mercenarios

En Zhenoghaia la senda del mercenario no ha sido ni será jamás un camino fácil. La mayoría de estos seres coinciden en dos aspectos: o sobrevaloran sus propias capacidades o solo saben hacer aquello para lo que han sido adiestrados.

La mayoría de mercenarios que recorren estas tierras han sido ex soldados, gente que fue expulsada del ejército o que lo abandonaron debido a un desencanto con los principios morales de sus superiores o que simplemente creían que la retribución económica percibida era indigna por el uso de sus habilidades.

Sean cuales sean las motivaciones que empujan a alguien a convertirse en un especialista a sueldo, su vida no va a ser fácil. Los mercenarios no son bien vistos en ningún lugar del Planeta, son considerados perros sin dueño, seres que se aprovecharon de una formación y que traicionaron a su patria vendiendo sus servicios al mejor postor.

Es curioso que mientras estos son mal vistos por la sociedad, muchos de sus gobiernos dirigentes los han contratado innumerables ocasiones para ocuparse de aquellos trabajos en los que no se podía inmiscuir al ejército.

Existen muchos tipos de mercenarios pero todos ellos tienen ciertos aspectos en común: Son especialistas técnicos en alguna materia y sus valores se rigen por el monto de dinero ofrecido.

Aunque parezca extraño, nadie ha nacido jamás destinado a ser un mercenario. Normalmente esta clase de vida esta limitada a cierta cantidad de tiempo. No todo el mundo es capaz de traicionar a sus propios principios indefinidamente, algunos simplemente sobreviven hasta el momento en que encuentran un lugar donde se sienten cómodos o bien pagados, otros consiguen encontrar su razón de existir y otros, simplemente mueren como carnaza.

Un ejemplo de lo anteriormente dicho lo encontramos en la antigua West Fargo. Hubo un tiempo en que no todas las razas podían entrar a servir en el ejército, este hecho implicaba que muchos especialistas se buscaran la vida como mercenarios. Durante la antigua república, la West Fargo abrió sus puertas a todo aquel dispuesto a servir a su país consiguiendo que innumerables mercenarios engrosaran sus filas abandonando la vida del soldado de fortuna.

Al otro lado del charco, en el nuevo mundo, es conocida una gran entidad llamada Faskan. Faskan es una agrupación de antiguos legionarios de Linaes que fueron expulsados de las filas del reino por motivos religiosos. Es bien conocido que estos antiguos legionarios no tan solo han traicionado sus valores sino que además han traicionado al reino al aceptar servir a los drakonianos negros y atacar a sus antiguos protegidos a cambio de cantidades ingentes de riqueza.

Como bien dijo una vez un sabio amigo llamado Gouhat, “- Es tan mercenario aquel ingeniero que estudió durante años para mejorar el mundo y terminó traicionando sus principios al construir una gran arma destructiva por dinero, como el simple soldado que solo ha aprendido a matar y ahora lo hace por dinero. Todo se resume al valor que se le otorga al dinero y a si se está dispuesto a traicionar los principios que nos rigen por él.”

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(En voz baja) El otro día me encontraba cenando con mi hermano, se llama James y es un Patriota… quería pedirle información de primera mano sobre los mercenarios, algo con lo que sorprenderos y, al final, fui yo el sorprendido… me explico una reprimenda que el mando superior de las fuerzas aéreas Patriota, había soltado a unos novatos que habían menospreciado a un mercenario que pedía alistarse en la rebelión. El Falcon, un elfo llamado Riley los agarró por el pescuezo y los reunió alrededor de una fogata… Con voz tranquila y pausada… algo nostálgica, les dijo:

“Si yo, Riley Lodaram, Falcon de las fuerzas aéreas del llamado ejército rebelde de los Patriotas, antiguo guardián de la elegida, protector de Arkann y jinete del Dragón dorado Sinary, tengo derecho a hablar sobre lo que significa e implica la vida de mercenario es porque antaño, antes de descubrir cuál era mi función y razón de existir en este mundo, yo también lo fui…

Yo era un simple teniente de la Unidad de Bípodes de combate “Centauro III” de Alorf destinados en los Desiertos Eternos. Era un idealista, alguien que había crecido entre soldados y que solo conocía aquella vida. De verdad creía en lo que hacía… los bipedistas éramos la primera línea de defensa frente a las criaturas de los desiertos eternos, éramos la florinata, la élite entrenada para combatir cualquier mal que perturbara la antigua república.

En una misión de reconocimiento por el gran cañón de Sloogh Creek fuimos redirigidos para investigar unas antiguas grutas orcas… inteligencia nos dijo que una banda de forajidos orcos estaban probando un dispositivo capaz de controlar Garlaks, la gran bestia del desierto, para lanzarlos contra aldeas. Nuestra misión era, en caso de encontrar presencia orca, sanear el territorio. La palabra sanear no era ni más ni menos que utilizar toda la potencia de fuego disponible para no dejar ni rastro de la amenaza. Solo sé que desde mi posición pude ver a una familia orca y advertir a la unidad para que abortasen antes de que el capitán anulara mi sistema de control y comunicaciones y ordenara el ataque. Incapaz de hacer nada observé atónito como los misiles de las lanzaderas acopladas al cuerpo del bípode lanzaban un infierno sobre aquellos orcos indefensos. Puenteé el sistema de control y me crucé en la línea de fuego pero ya era demasiado tarde… fui apresado a la espera de consejo de guerra.

No fui condenado pero decidí abandonar el ejército en aquel mismo momento. Tiempo después descubrí que aquel bastardo que ocupaba el cargo de capitán en mi antigua unidad tenía un negocio de explotación de las minas de Sloogh Creek y que los refugiados orcos que buscaban en el cañón su nuevo hogar perturbaban su negocio. Aquel capitán había usado al ejército para sus propios fines y se había salido con la suya. ¿Como podía creer ya en una fuerza de defensa que podía ser manejada a su antojo por un corrupto?.

Mis pasos me llevaron a Penitence, al principio todo fue bien pero pronto, los pocos ahorros que aun me quedaban se terminaron… El Whisky, el juego y los espectáculos en el gran Saloon de Penitence habían nublado mi mente haciendo que ya no quedara prácticamente nada de aquel orgulloso soldado. Un día un fanfarrón imberbe con más estatus y dinero del que merecía me encontró durmiendo en el establo del Saloon, era triste decirlo pero al menos el calor de los caballos me permitía sobrevivir a las frías noches de invierno. Aquel estúpido reconoció el tatuaje que adornaba mi brazo derecho y me hizo una oferta que no pude rechazar… por una cama y comida empecé a hacer trabajitos ilegales para aquel estúpido. Poco a poco, dejé de ser un vagabundo para convertirme en alguien bien situado y considerado dentro del mundo del hampa. Hice cosas atroces, el alcohol, el Twizzy y la cantidad de New Dollars que se abultaban en mis bolsillos me hicieron olvidar cualquier tipo de principio. Hacia cualquier cosa y trabajaba para quien fuese si pagaban lo suficiente, tenia caballos, mujeres, las mejores armas y los mejores atuendos de todo el oeste de Ansalance.

Un día me contrataron para asaltar una diligencia, no era un forajido pero al ser un mercenario me podían contratar para lo que fuese. Me encontré con el cliente quien me presentó al grupo de mercenarios con quien haría el trabajo. Eran dignos de ver, sus sombreros de ala ancha agujereados, sus armas oxidadas, salva polvos con mugre de años y vestiduras más rasgadas que las telas del viejo molino de Silver Forest… Sin duda contratar a todo aquel grupo debía haber costado menos de la mitad que pagar por mis servicios. Seguimos las indicaciones, atacamos la diligencia y recuperamos el paquete que se nos había ordenado…, en la diligencia viajaban dos jovencitas, aquellos mugrientos bastardos las apresaron y trataron de violarlas… viendo sus ojos de terror algo afloró dentro de mi… ¿Qué estaba haciendo? ¿Qué había sido de aquel idealista que años atrás quería defender el mundo? Como un rayo mis manos apartaron las alas de la gabardina empuñando las dos potentes pistolas Eagle modificadas, no tuvieron tiempo para reaccionar, en un suspiro habían caído fulminados bajo el rugido atronador de las armas gemelas. Rescaté a las muchachas, las cargué en la diligencia y sin mediar palabra abandoné el lugar… Cuando las hube dejado a buen recaudo me convertí en un mercenario itinerante, alguien a quien poder contratar siempre y cuando  estuviera de acuerdo con el trabajo y quien además se había convertido en un fugitivo para el hampa de Penitence. Había recobrado una parte de mí.

No fue hasta que conocí a Anja Brown cerca de Blackstone en New Big Hall cuando encontré mi razón de existir… un fin mayor que me permitió redimir mis pecados y encontrarme a mí mismo.

He conocido la vida de mercenario, he saboreado sus virtudes, he sufrido sus penurias pero, si una cosa he descubierto es que todos y cada uno de nosotros podemos llegar a ser uno de ellos y perdernos por el camino.

El dinero no lo es todo, pero no es fácil darnos cuenta de esta gran verdad. Pasamos toda nuestra vida buscando progresar económicamente para vivir más y mejor pero de lo que no nos damos cuenta es que se trata de una vida vacía. Muchos tratamos de encontrar nuestra razón de existir y muchos más pasan de largo su vida sin encontrar esta razón jamás.

Así que jovencitos, cuando un mercenario pida alistarse, no volváis a menospreciarle jamás. Acogedle y enseñadle porqué luchamos: Somos patriotas, defendemos la antigua republica de la corrupción del OCCULUM, y quien sabe si nuestra cruzada se puede convertir en la razón de existir de aquel pobre mercenario sin rumbo…”


Riley Lodaram

domingo, 19 de febrero de 2012

George Sollet y la Capilla de los Caballeros


Mi nombre es Jefferson Orahann, un nombre que no les dirá nada, ni les recordará a nadie interesante. Soy un humano más en una ciudad en la que los nombres sureños no son escuchados, ni aparecen en los periódicos, ni tampoco se les considera Neohallianos por muchos años que pasen viviendo en la gran urbe de New Big Hall. Aunque mi historia es de aquellas que merecen la pena, y les aseguro que aunque mi apellido sureño les recuerde a aquella imagen entrañable de vendedores de antigüedades o a aquellos libreros que venden pequeños tomos ilustrados de criaturas marinas en el puerto Timm como El Orahann Blanco, este relato quizá sea mucho más interesante para ustedes, que de bien seguro querrán saber porqué un sureño de piel tostada se interesa en informar a su ilustre gremio sobre un importante hallazgo.

Me encontraba sentado en mi butaca de piel Alorfiana, observando la vieja pantalla retransmisora, sin demasiado interés debo decirles, las agresivas carreras del equipo de vuelo de Reeppak nunca han llamado demasiado mi interés. Así que por tener algo de entretenimiento aquella noche decidí ir al saloon de Himlick de Görntown, fue en ese preciso instante cuando el teléfono sonó, y eso para mi caballeros, siempre es una sorpresa. Así que corrí a contestar la llamada y la voz que escuché me pareció propia de un hombre culto y instruido, eso lo sé porque a lo largo de mi vida he conocido a muchos. Pues bien, ese hombre decía conocer algunas de las publicaciones que mi tío Joseph había hecho hacía ya muchos años. Mi tío no escribía sobre criaturas marinas, ni tampoco vendía antigüedades, cartografiaba y estudiaba las complejas estructuras de la tierra, creo que ustedes lo llamarían "geólogo". Este caballero me preguntó si poseía algunos números concretos de la revista "Itinerantes", números que han sido prohibidos por el Ministerio OCCULUM hace ya cuatro años. Cuando comprendí lo que me pedía y la gran cantidad que me ofrecía por esos números decidí no arriesgarme a contestar telefónicamente y decirle que no los podía tener porque están prohibidos, pero que le enviaría el resto de números si los deseaba para su colección.

El hombre, tras una pausa accedió y me dio una dirección y una hora en la cual esperaría el paquete. Siempre he tenido espíritu valiente y esa noche no tenía nada mejor que hacer, y conocer a alguien interesado en los tomos de mi tío me suscitó un gran interés, fuera quién fuera no me había dado su nombre y yo tampoco había reparado en ello hasta haber colgado el teléfono, pero no importaba quizá era mejor así... Así pues tras una exhaustiva búsqueda até todos los números del Itinerantes que me había pedido y tras coger algo de tabaco y mi pipa más elegante me marché con el abrigo en el hombro, tapando cuidadosamente el fardo con contenidos prohibidos.

Cuando llegué a la dirección que me había indicado contemplé asombrado el edificio neoclásico que tenía delante, no me malinterpreten caballeros, pero pocas veces me asombro por la arquitectura pre-OCCULUM. En la entrada había un hombre delgado ataviado con una chaqueta larga y un sombrero de piel al más puro estilo Providentiano. Tras observarme desde la puerta me hizo un gesto para que me acercara, he de decir que me asustó un poco su aspecto, pero algo me dijo que ese hombre realmente me esperaba. Así que intentando no vacilar me acerqué y esperé a que hablara, el hombre me miró fijamente y esperó a que llegara. Destapé el fardo para mostrarle lo que había traído y él levantó su mano enguantada en una negra piel y me dijo que esperara, que le siguiera. Me llevó al interior y tras un incómodo silencio en el ascensor me llevó a una sala en la que me esperaba el hombre que probablemente había hablado conmigo por teléfono. Ese hombre iba vestido de una forma impecable, pero no parecía un erudito, sino más bien un periodista o un maestro de escuela, nunca he encontrado la diferencia entre ambos. A través del cristal de la puerta, la sala parecía mucho más pequeña, en realidad era mucho más grande que la de mi humilde apartamento y mucho mejor nutrida, tanto sus paredes como el suelo alfombrado.

George Sollet era su nombre, me dijo que no debía preocuparse por hablar libremente, y me sirvió un vaso de whisky, y aunque no entiendo demasiado de bebidas, aquella debía ser muy adecuada para la reunión, puesto que la botella tenía impresa una etiqueta con formas exquisitas. No probé trago, al acercarme el vaso a la boca el poderoso olor a alcohol me hizo cambiar de idea al instante. Tras aclimatarme a su neutral tono de voz, me di cuenta de que ese hombre se movía de forma muy metódica y su porte a la hora de sostener el monóculo mientras observaba los números del Itinerantes indicaba pautas que delataban muchas cosas. No se lo pregunté pero ese hombre probablemente había sido militar. Tras el riguroso examen dejó sobre la mesa un sobre con más de cuatrocientos dólares, son tiempos difíciles así que acepté y me despedí cordialmente y me dirigí hacia el pasillo donde estaba el ascensor. En ese momento viví los segundos más tensos de toda mi vida.

El sonido de los disparos venía desde abajo, me asomé por el hueco de la escalera y vi a esos paliduchos lampiños del gobierno abriendo fuego contra el ayudante de Sollet. El miedo me recorrió el cuerpo, escuché el sonido de sus pesadas botas subir por las escaleras más rápido que cualquier humanoide normal, pude reaccionar a tiempo y logré esconderme tras una columna justo al lado de las escaleras que llevaban al siguiente piso. Compréndanme caballeros, no soy un valeroso pistolero, de hecho jamás he usado un arma y tampoco tendría valor para defenderme de seres como esos. En pocos segundos vi salir a Sollet de su habitación y revólver en mano dirigirse al pasillo donde se encontró con los macabros policías que venían a por él. Me sorprendió que no abrieran fuego para contestar los disparos de Sollet, uno de ellos utilizó su sable para amputar la mano que empuñaba el revólver mientras el otro lo inmovilizaba, en menos de cinco minutos se habían llevado a Sollet y habían matado a su ayudante. Yo de algún modo me sentía culpable, quizá la tenencia de las revistas le pondrán las cosas difíciles cuando registren su apartamento.

Así que decidí entrar a recuperar los números, no quiero parecer un vulgar ladrón, pero todo aquello me había sobrecogido y me pareció importante recuperar las revistas, aunque después de ver como habían capturado a Sollet, quizá los números del Itinerante eran solo el menor de sus problemas. Y este es el momento de mi historia que creo que puede serles de gran interés, entre los documentos que habían en el cajón donde imagino que guardaba su revólver encontré una carpeta con un mapa subterráneo interconectando diversos puntos de la ciudad mediante túneles, que llevan a un lugar bajo tierra que Sollet llama "La Capilla de Zhenoghaia". No soy religioso, pero mi tío siempre hablaba de que en la capital los Caballeros de Zhenoghaia se habían escondido durante el final de la guerra, y que almacenaban un gran poder divino. Si estos planos les pueden llevar a la capilla, estaré encantado de reunirme con ustedes y de llegar a un acuerdo que pueda beneficiarnos a ambos.

domingo, 12 de febrero de 2012

Strahdegic Saloon

"Si alguna vez has estado en New Big Hall, en la vieja calle del Pertrecho, has visto el Strahdegic y has aprendido que hay cosas que ni los dioses son capaces de cambiar"

Conocido en todos los estados de Ansalance y por (algunos temido) es el Saloon Strahdegic, un lugar en el que puede encontrarse cualquier cosa imaginable, habitualmente fuera de la ley o justo en el margen que la rebasa. Es mucho más que un saloon cualquiera, sus 25 pisos están concienzudamente diseñados para satisfacer los vicios de aquellos que pueden pagarse una noche en este famoso y polémico saloon.

Su historia remonta a los viejos tiempos de la república del presidente Gerald Johnson. Fundado por el probablemente más famoso mediano de la historia moderna de Ansalance, Sodown Smith. Un mediano que nació pobre, que se lanzó a la aventura de recorrer el mundo y que llegó a ser presidente electo de los Estados Unidos de Ansalance. Sus estrategias comerciales le llevaron a fundar durante los primeros años un pequeño saloon a las afueras de Providentia, llamado Jumbo, que debido a la fama de las gestas que había llevado a cabo acabó ardiendo causando además un gran revuelo en la ciudad. Años más tarde los ingresos de Smith fueron creciendo y logró hacerse con un solar en la capital, en el peligroso distrito Blackstone, que vio nacer al que algún día se convertiría en el más grande y famoso saloon de la historia de Ansalance.

Su interior es realmente sobrecogedor, tras las puertas abatibles clásicas en los saloon de la periferia del estado, se encuentra el espacio más frecuentado por los viajeros y Rhiders de todo el país. Dispone de decenas de mesas en las que a casi todas horas se juega y se apuesta, a la derecha al fondo se encuentra el conocido escenario, donde se dice que S.Smith se enamoró de la que en el futuro sería su esposa, Lady Dana Morris (más conocida en todo el país como la bailarina Lulú). Al lado se encuentra el espacio para el pianista y la banda, durante años ese puesto ha estado frecuentado por los mejores pianistas de Tonk y Foxtrot de todo Ansalance, o al menos eso es lo que afirmaba el propio dueño. La barra no pasa desapercibida en este lugar, se trata de un espacio grande, incluso para las dimensiones de la sala principal. Aquí se sirven todo tipo de bebidas alcohólicas, aunque se sabe que durante los últimos años de la regencia de Smith en el Strahdegic también había bebidas no alcohólicas importadas de todas partes del mundo, como el Fraggark, una bebida lináica muy popular entre los exóticos minotauros del otro lado del mundo.

Los cinco pisos superiores están dedicados al juego y a las apuestas de alto nivel, sus salas disponen de barras independientes y de moderna tecnología élfica de recepción de imagen. Pantallas gigantes retransmiten carreras de aeronaves de los lejanos desiertos de Utha, Bakinher y Shaffad, así como las de los estadios de la región controlada por Bork. Las carreras de aeronaves no están muy extendidas en el estado de la capital, de hecho son muy pocos los que encuentran diversión a las carreras de aeronaves entre la población del Este. Sin duda puede saberse casi a simple vista que el Strahdegic es mucho más que un simple saloon, es un lugar en el que se encuentran todos aquellos vicios que Smith ha encontrado a lo largo y ancho del mundo durante sus viajes. Algo que ha hecho que la sombra de su persona se mantenga incluso hoy en día.

Las chicas son también el punto fuerte de este lugar. No todas las que trabajan en el Strahdegic son prostitutas, también hay bailarinas y cantantes profesionales venidas de todas partes del Viejo Continente. El prestigio que se ha ganado el saloon con los años es bien merecido y extendido por todos los artistas que pasan por él. La norma básica que Sodown estableció a sus empleados era que todo artista contratado para llevar a cabo un espectáculo en el saloon (o en cualquiera de sus salas adaptadas para ello) debía tener unos aposentos magníficamente acondicionados y bien surtidos de comida y bebida, algo que él como mediano apreciaba muchísimo. En el Strahdegic han actuado figuras de gran renombre del mundo del espectáculo, tales como Alyn Fareelas, Evelyn Cartner y la gran Celine Swan. En tiempos pasados incluso algunas personalidades importantes de la política Ansaliana habían acudido a disfrutar de un buen espectáculo.

Los niveles superiores están dedicados al alojamiento, divididos en diversos niveles de lujo. Desde el más sencillo (pero lujoso en comparación con lo habitual en el distrito de Blackstone) hasta lo más extravagante y perverso. Se dice que Smith quería dar cabida a cualquier fantasía que pudieran tener sus clientes. Hay salas temáticas, decoradas con plantas exóticas artificiales imitando a las que hay en las lejanas junglas de Linaes, salas decoradas e iluminadas con la intención de simular el fondo marino e incluso salas con hielo y nieve que según se dice ha sido traída del norte del Viejo Continente. Todas estas extravagancias le han dado parte de la fama que tiene hoy en día el Strahdegic, tanto como saloon como expositor de lugares exóticos en los que el viejo mediano ha estado a lo largo de su vida.

Otra de las leyendas que han recorrido el país a lo largo y ancho es la del subsuelo del saloon. Se cuenta que es una compleja red de túneles en las que hay celdas en las que el dueño S.Smith tenía encerrados a sus enemigos y rivales mafiosos. También circula el rumor de que había logrado criar a un garlak (criatura reptiliana y carnívora de los desiertos) en el interior de estas peculiares mazmorras. Se cuenta que en la última planta del edificio se halla el despacho personal de Sodown Smith, una sala repleta de libros y de objetos exóticos venidos de los lugares más remotos del planeta al igual que decenas de fotografías enmarcadas de algunos momentos importantes de sus aventuras. Tiene un balcón desde el que se puede disfrutar de una maravillosa vista de la ciudad, en el cual tiene un telescopio único en el mundo hecho por un ingeniero görn famoso, llamado Gardoom Fergänn. La leyenda dice que hay un pasadizo que lleva hacia las mazmorras por donde tirar a sus rivales para después ser devorados por el garlak...

Todo el edificio está impregnado por una pátina melancólica que recuerda a tiempos pasados en los que la oscuridad se hallaba lejos, más allá de las fronteras de Ansalance. Hoy e día el saloon está gobernado por la hija de Sodown, Olanna Smith una señora de la mafia que controla con mano de hierro el distrito y que mantiene el saloon como su centro de operaciones, siendo actualmente un vago reflejo de lo que una vez fue, quedaron atrás los días de las grandes actuaciones de artistas famosos y las grandes fiestas organizadas por el ex-presidente Smith...




domingo, 5 de febrero de 2012

El viaje en Zhenoghaia

Todo ser siente en algún momento de su vida la necesidad imperiosa de abandonar todo aquello que conoce y sumergirse en la gran aventura que supone explorar el mundo que le rodea. Un mundo al alcance de la mano donde no todos están dispuestos a alargar el brazo en pos de la experiencia.

La mayor parte de los seres que han sentido alguna vez esta imperiosa necesidad han sido capaces de superar sus ansias y continuar con su apacible y segura vida pero algunos, solo algunos, han conseguido superar sus miedos y enfrentarse a lo desconocido.

En este artículo ahondaremos en los diferentes sistemas de transporte que existen en Zhenoghaia y el porqué de su existencia.

Como Ángel ya ha explicado en publicaciones anteriores, existe en la actualidad la tecnología de los cristales Yhm, unos cristales irradiados mediante magia que combinados con los últimos avances en aeronáutica permiten hacer levitar a grandes vehículos destinados a surcar los cielos del planeta pero, ciñéndonos a la realidad, hubieron momentos históricos que todavía tienen su eco para los actuales aventureros.

A continuación veremos una pequeña muestra de las múltiples opciones que tienen aquellos valientes que han abandonado su hogar si deciden recurrir a algo más que sus propios pies.


El uso de monturas
Desde la domesticación de los primeros caballos, estos han sido el principal medio de transporte. Las diferentes razas del planeta vieron en este nuevo uso una oportunidad que no todos podían usar. Es por ello que a lo largo de los años, algunas razas han conseguido domesticar nuevas bestias que puedan servir al mismo propósito. Los minotauros consiguieron domesticar a los grandes Uffalos (Una raza de búfalos lanudos de un tamaño similar a un elefante mediano), los orcos han sido capaces de domesticar Okkos (unos grandes lagartos del desierto adaptados al seco clima), por último, los elfos y los yuritas consiguieron domesticar Shumaks (una raza de grandes aves con unas potentes patas capaces de adaptarse a todo clima). Con el paso de los años y la evolución del comercio todo explorador puede comprar cualquier montura en función de sus necesidades.


El ferrocarril
Así es, el clásico ferrocarril a vapor ha sido uno de los principales medios de transporte des de antaño. Aunque estos han evolucionado, su estética clásica y su funcionamiento mediante la gran caldera de carbón siguen hoy en día resultando el medio de transporte más económico y usado entre las poblaciones de Ansalance. No existe viajero que no disfrute al ver des de la cima de las montañas rojas ver la columna de humo que sigue al tren mientras cruza los peligrosos desiertos eternos.


El barco
Los navíos que surcan los mares de Zhenoghaia son tan variados como sus propias gentes. Podemos encontrar tanto barcos mecanizados que funcionan con powl como los más antiguos veleros dedicados a la pesca o a la exploración. Aunque el mar es un medio poco común para los exploradores, cabe destacar que esa peculiaridad ha permitido la existencia de un gran desconocimiento sobre lo que surca la superficie del agua. Se conoce de grandes navíos híbridos cargados de cañones que aunque vulnerables por funcionar a velas de repente han encendido sus motores y cazado a todo aquel que osó menospreciarle. Existe un rumor, que habla de una antigua hermandad pirata que ha equipado sus barcos con cristales Yhm y grandes globos de Zepelín con los que surcar el cielo de igual manera que las olas…


El Buggeder
La invención del Buggeder está estrechamente relacionada con el descubrimiento del Nuevo Mundo. El Buggeder, inventado por los hermanos Bugg es un gran submarino construido en Puerto Sur. Este gran submarino dotado de toda clase de lujos es considerado una gran ciudad bajo del mar. Este gran vehículo fue el primero en cruzar el muro de fuego y llegar al Nuevo Mundo permitiendo reencontrar a la humanidad con la ancestral raza de los minotauros de Linaes. Todo explorador que antaño quería llegar a Linaes se embarcaba en el largo viaje de dos meses a bordo del Buggeder camino al puerto de Barris.

Vehículos terrestres
Existe poca variedad de vehículos mecanizados terrestres para viajar por el mundo y la mayor parte de ellos se concentran en las grandes urbes de los Estados Unidos de Ansalance. Aunque parezca ridículo que los pobladores de este mundo sigan priorizando el uso de sus monturas, este hecho tiene una explicación. La orografía de Zhenoghaia es extremadamente agreste, variada y dura, la única posibilidad de convertir los vehículos terrestres en una opción viable como transporte habría sido la construcción de grandes carreteras pero como es comprensible, las diferentes razas y sus diferentes visiones sobre cómo se debe tratar al planeta implicaba hacer renacer viejas rencillas y crear conflictos donde no los había. Los elfos sabían que potenciar este tipo de vehículos podía llevar a estos problemas y, al ser junto a los görn los pioneros en cuanto a avances tecnológicos decidieron versar sus esfuerzos en otro tipo de transportes como las aeronaves. Actualmente existen multitud de vehículos mecanizados al estilo de carretas para circular dentro de ciudad pero para exploración solo dos se han destacado: Las nuevas tanquetas del Occulum (grandes vehículos oruga) y los fantásticos bípodes de combate (vehículos bípedos bajo el control de la división de Alorf del ejército de la West Fargo).

Aeronaves
Con el descubrimiento de los cristales Yhm, todo cambió, de repente todas las razas humanoides podían llegar a prácticamente cualquier lugar a bordo de una aeronave sin tener que afrontar los peligros que deparaba el camino. Las primeras aeronaves fueron destinadas a rutas de larga distancia con los que suponer una competencia al Buggeder pero en la actualidad existen diferentes tamaños y capacidades. Muchos comerciantes usan aeronaves monoplaza o las famosas y extendidas C-300, una aeronave versátil con una pequeña zona de carga trasera. Aunque sus prestaciones son secretas, se sabe que el gobierno del Occulum tiene a multitud de científicos trabajando en diseños secretos para sus nuevas aeronaves militares. Aunque pueda parecer la mejor opción, no todo el mundo puede permitirse el coste de reparación de este tipo de vehículos ni mucho menos el coste en Powl (combustible) que implica cada trayecto. En la actualidad es fácil encontrar cerca de un aeropuerto a multitud de pilotos trabajando en las más variadas profesiones con tal de conseguir los dólares suficientes para volver a alzar a su preciada aeronave. No es extraño ver un gran tráfico aéreo sobre las grandes capitales de donde cabe destacar la majestuosidad del vuelo de aquellos ya anticuados pero sorprendentes zepelines.


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Muchos son los exploradores que recurren a todos estos tipos de transporte para cubrir las grandes distancias de estas tierras pero, no olvidéis jamás que en Zhenoghaia es tan peligrosa la naturaleza como aquellas personas que habitan el planeta. Recurrir a estos transportes puede ser tan peligroso como adentrarse en la más salvaje jungla.

Recordad jóvenes aventureros, no os fieis jamás de nadie, no os sintáis nunca seguros, no perdáis la esperanza de llegar a buen puerto y quizás, solo quizás… lleguéis vivos a vuestro destino…








Las ilustraciones contenidas en este articulo no pertenecen al juego de rol Zhenoghaia, son imagenes extraidas de internet con la finalidad de ayudar y complementar las explicaciones.