domingo, 22 de enero de 2012

Nuevo blogger en en el blog de Zhenoghaia

En primer lugar y puesto que no soy el escritor habitual del blog de Zhenoghaia me gustaría presentarme. Mi nombre es Marc y he sido durante buena parte de la historia de Zhenoghaia: un fiel jugador, un gran admirador y, en los últimos años su co-autor. El  fiel escudero de Ángel, el Sancho Panza de este Quijote particular que en pos de su locura ocultaba un gran mundo en su mente. Un gran mundo que con esfuerzo hemos conseguido extraer y plasmar en lo que hoy en día es el borrador del juego de rol Zhenoghaia.

Con este escrito pretendo aportar mi visión sobre este juego de rol, mi experiencia y lo que a lo largo de los años me ha aportado para que, en futuras publicaciones, podáis entrever el contexto de las aportaciones que pueda hacer.


Un juego creado a través del juego

Una vez, hace ya unos cuatro años, alguien me preguntó: ¿Qué quieres decir con un juego creado por el propio juego? Mirad, en muchas ocasiones nos encontramos ante adaptaciones cinematográficas, adaptaciones de series o libros, o en su defecto, mundos creados de la nada.

En nuestro caso, la situación fue algo distinta: Se trata de un mundo creado de la nada con una historia forjada por años y años de juego y de las aportaciones de sus múltiples jugadores.

Cuando empecé a jugar a Zhenoghaia, hará ya unos 12 años (si, es cierto, yo no estuve en aquellos inicios en el aula de castigo de un instituto xD), mi bagaje en el rol consistía en una breve partida a Star Wars d6 (en que recuerdo que me escondí de una patrulla de storm troopers haciéndome una pelota a modo de piedra) y una partida a Warhammer Fantasy (en que llevaba un personaje Troll, salvé a una princesa y como recompensa me llevé una torta mientras que el mago que casi se la carga por accidente consiguió otros favores XD).

Ángel, con quien coincidía cada noche en la portería de una discoteca ya desaparecida y dónde no nos engañemos, solo íbamos a beber, me propuso unirme a la campaña que estaban llevando a cabo. Al día siguiente, me encontré con toda aquella gente que jamás hubiera imaginado interpretando a un personaje sentada alrededor de una mesa con sus hojas de personaje y dados preparados.

Podemos decir que la experiencia fue formidable si 12 años después me encuentro todavía aquí. Durante estos años, hemos probado otros juegos, hemos jugado otras campañas pero, lo que nunca ha dejado de estar en marcha era alguna campaña de Zhenoghaia ya que en realidad, nunca hemos encontrado otro juego que nos pudiera aportar todo lo que necesitásemos dentro del mismo juego.

En aquellos tiempos, Zhenoghaia era llamada ADFW 2 (Advanced Farwest 2) puesto que era la segunda versión del juego que nació en aquella aula de castigo del pirineo catalán), se trataba de un documento de texto de 25 páginas con una maquetación resultona, y con los datos justos y necesarios para tirar adelante el juego aunque, siendo sinceros, obsoleto ya en aquel momento de la historia… Ángel, lo tenia todo en la cabeza, y sólo aquellos jugadores que llevaban años jugándolo eran capaces de dirigirlo. Con la entrada de nuevos jugadores empezaron a surgir algunas discusiones esporádicas.


¿Por qué me tengo que creer que las reglas son así si no están escritas en ningún lado?

¿Os suena? Supongo que sí.

Esta situación fue la que propició la necesidad de escribir un ADFW3. Para cuando nos pusimos a ello, descubrimos que toda aquella gente que había desaparecido, había continuado jugando, habían formado parte de Zhenoghaia y por lo tanto, tratamos de aprovechar las experiencias que habían tenido con sus nuevos jugadores para enriquecer el juego. Y es así como conseguimos que todos aquellos que habían pisado las tierras de Zhenoghaia aportaran su granito de arena.

Lo que en un principio tenía el objetivo de conseguir una nueva versión, nuevamente resultona y con los datos actualizados, sufrió debido a las preguntas que os podéis imaginar: ¿Por qué no escribir toda la ambientación?, ¿Por qué no desarrollar mucho más el contenido? ¿Por qué no hacer un juego que permita a nuevos jugadores poder dirigirlo?

En aquel momento, nuestra idea no era conseguir un juego que pudiera ser publicado, era mejorar un poco la versión que teníamos para que otros pudieran jugarlo. Empezó un largo proceso en que codo con codo conseguimos extraer todo aquello que Ángel tenia en la cabeza y plasmarlo en multitud de documentos de texto.
Cuando nos dimos cuenta, teníamos más de 500 páginas de ambientación diversa delante de nosotros. Fue en aquel momento en que aquellas malditas preguntas regresaron a la mente y el objetivo de llevar Zhenoghaia a las estanterías de las tiendas de rol se hizo presente.

Podemos considerarnos afortunados puesto que gracias a la red conseguimos encontrar a multitud de personas que creyeron en nuestra idea y apostaron por ella poniendo su tiempo a nuestra disposición para desarrollar este juego.

A día de hoy, hemos conseguido tener un borrador de 405 paginas, maquetado y en gran parte ilustrado que poco tiene que envidiar a ningún otro juego de rol, y si esto es así, ha sido gracias a la ambición, a la exigencia, a la bondad y sobretodo al trabajo de todos aquellos que se volcaron cuando Zhenoghaia solo era una nube de humo, una idea en la cabeza de dos chalados.

La maqueta de Zhenoghaia junto a la tercera edición de la Leyenda de los 5 anillos.

Jamás daré las gracias lo suficiente a personas como Christian Granero, Jara López o Néstor Menta que día a día se dejan la piel, ni a muchos otros como Pedro Escudero que, aunque ya no sigan ahí activamente dejaron huella en el proyecto.


Lo que me ha aportado Zhenoghaia

No hace falta decir que desarrollar un juego no es fácil para nadie, durante estos años he reído, he llorado, me he cabreado en millones de ocasiones, me he frustrado, me he sentido superado, me he superado, me he sentido feliz, y sobretodo, me he sentido orgulloso al ver nacer los frutos de tanto trabajo. Trabajar con Ángel ha sido un placer del que espero poder seguir disfrutando durante muchos y muchos años más.

Como jugador, debo decir que he sentido exactamente los mismos sentimientos que cómo co-autor. He disfrutado cada una de las aventuras que he vivido en este mundo, desde adentrarme en las junglas linaicas, hasta las más burdas peleas de taberna en los Saloon de Bork. He alucinado viendo los cambios tecnológicos y arquitectónicos, viendo como pasaban las modas, como las casas dejaban atrás los listones de madera para pasar a formar parte de la arquitectura de piedra victoriana, como la tecnología de vapor dejaba a tras la vela y el remo, como la magia combinada con la tecnología de vapor y la aeronáutica dejaba atrás los antiguos viajes de meses a caballo… he disfrutado como un enano huyendo de los Garlaks del desierto. Me siento orgulloso de haber sido héroe y villano, de saber que donde uno cayó otro se alzará, y de tener la certeza que aun llevando 12 años jugando a Zhenoghaia de forma regular: todavía no he explorado ni tan solo una ínfima porción de lo que oculta este mundo….


En la actualidad

En nuestro día a día, seguimos revisando la maqueta y los contenidos, seguimos llevando Zhenoghaia a jornadas de rol (como Barnalúdicas, jornadas del club de rol Kritik, las Juguem, o las jornadas de Steampunk), seguimos jugando nuestras propias campañas y seguimos con paso firme buscando conseguir que algún día Zhenoghaia llegue al gran público.


Agradecemos de todo corazón el apoyo que recibimos por parte de todos aquellos que nos preguntáis y os interesáis por el futuro de Zhenoghaia. Aunque nuestra respuesta siempre sea que no lo sabemos, tened seguro que algún día nuestra respuesta será una fecha, lo sabemos porque tenemos claro nuestro objetivo y quizás tan sólo la diosa Zhenoghaia tenga la respuesta de si el 2012 será el año en que el navío Zhenoghaia atraque por fin en puerto seguro…


Desde las lejanas tierras de Linaes,
Ogoth

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